El consejo directivo de la Leadership Conference of Women Religious (LCWR) en Estados Unidos alegó que la investigación realizada por el Vaticano a esta organización –que se muestra abiertamente permisiva ante temas contrarios a la doctrina católica como el aborto y el feminismo radical– fue realizada "sobre la base de acusaciones sin fundamento y fue el resultado de un proceso defectuoso falto de transparencia".
En una declaración dada a conocer el 1 de junio, las religiosas señalaron que "las sanciones impuestas (por el Vaticano) fueron desproporcionadas a las preocupaciones que originaron" y podrían comprometer "la capacidad de (las hermanas) de cumplir con su misión".
La declaración se dio al final de la reunión del consejo directivo de la LCWR reunido en Washington entre el 29 y 31 de mayo para responder a un informe de hace unas semanas de la Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano.