Un templo católico en la provincia de Jinan, China, ha sido demolido por agentes del gobierno, la más reciente de una serie de demoliciones de iglesias en el país.
Alrededor de 40 policías y trabajadores del gobierno ingresaron a la Iglesia Católica Liangwang en la mañana del 17 de julio, expulsando a tres mujeres que cuidaban el lugar. Gao Rongli, Zhang Siling y Li Xiangmei fueron expulsadas del edificio, registradas, y les quitaron y destrozaron sus teléfonos celulares, informó Asia News.
Más tarde ese día, otros 30 hombres llegaron con bulldozers (vehículo de excavación) y derribaron el edificio, destruyendo el altar y los bienes muebles.