Además indica que todas las pinturas de la magnífica bóveda hablan de la vida de los dos santos. "Hay 6 'lunetto', que son los triángulos que forman la bóveda, en cada uno se habla de un momento de sus vidas, que van emparejados. Hablan de su juventud, momentos destacados, algunos milagros y después su muerte y subida al cielo" y que como todo arte sacro eleva el alma a la oración".
Pero además de la belleza de los frescos, la iglesia de San Nicolás guarda una imagen de San Judas Tadeo, patrón de las causas imposibles, a la que cientos de fieles acuden a pedirle favores.
"Según la tradición, aunque puedes rezarle a San Judas cualquier día de la semana, aquí suele hacerse durante tres lunes seguidos, se intenta llegar a la iglesia desde tu casa a pie y en silencio, como una pequeña peregrinación y pedirle al santo algo que no sea material", resalta.
Una obra que ha pasado desapercibida a pesar de su belleza y que ahora luce en todo su esplendor y que también puede disfrutarse a través de una visita virtual.