El Foro Español de la Familia puso de relieve la importancia de esta declaración del Tribunal Supremo ya que en ese proceso se encuentran implicadas numerosas cuestiones éticas, como "la ponderación del deseo de los adultos por encima del derecho natural de los hijos", "la instrumentalización de la vida del hijo para satisfacer el deseo de terceras personas" y la concepción de un hijo como "un derecho y no como un regalo", es decir, el hijo como "objeto de transacción".
Además de la "instrumentalización de la mujer que lleva a cabo el embarazo, a quien se contrata exclusivamente por su vientre, utilizando a la persona como un objeto, un medio y atentando así contra su dignidad inviolable". Y la "mercantilización de la vida y la dignidad humana", y la selección genética que conlleva. Así como la "deconstrucción de la familia" porque se desfigura la institución de la maternidad con el consecuente perjuicio para el hijo que nace.
En ese sentido, el Foro de la Familia también destacó que el Tribunal Supremo señala en la Sentencia que la maternidad subrogada supone "un daño inaceptable al interés superior del menor y una explotación de la mujer, ambos son tratados como objetos, no como personas dotadas de la dignidad propia de su condición de seres humanos".