Asia Bibi, la madre católica que estuvo diez años presa y condenada en Pakistán acusada falsamente de blasfemia, publicó un video desde el exilio en Canadá para animar a los creyentes a mantenerse siempre fieles, incluso si es necesario sacrificarlo todo.
"Yo, Asia Bibi, hija de Salamat Masih, creo en Jesús. Y hoy quiero declarar una cosa al mundo: que no hice nada malo para merecer lo que sufrí durante diez años", dice la mujer en un video publicado en Youtube el 8 de septiembre.
"Fui una prisionera condenada a muerte. Me acusaron de blasfemia pero se me dio la libertad a través de Jesús y nunca dejé que mi fe se debilitara", agrega.