El Papa Francisco reconoció, durante la Misa celebrada este viernes 8 de mayo en la Casa Santa Marta, que en los momentos malos "no es fácil dejarse consolar por el Señor y nos enfadamos con el Señor". Sin embargo, invitó a dejar que venga "y nos hable con dulzura, con cercanía, con ternura, con verdad y con esperanza".
Cercanía, verdad y esperanza son los tres trazos que, según el Santo Padre, caracterizan la consolación del Señor.
Para explicarlo, el Pontífice recurrió a la escena que tiene lugar justo después de la última cena, cuando Jesús está todavía a la mesa con sus discípulos y conversan: "Jesús está triste y todos están tristes. Jesús había dicho que iba a ser traicionado pro uno de ellos, y todos perciben que algo malo iba a suceder".