30 de septiembre de 2013 / 10:29 AM
"Un pueblo que no se preocupa por sus viejos y por sus niños no tiene futuro, porque ¡no tendrá memoria y no tendrá promesa!", señaló esta mañana el Papa Francisco en la Misa que celebró en la capilla de la Casa Santa Marta donde reside.
El Santo Padre señaló que "el futuro de un pueblo se encuentra precisamente allí, en los ancianos y en los niños. Un pueblo que no se preocupa por sus viejos y por sus niños no tiene futuro, porque ¡no tendrá memoria y no tendrá promesa! ¡Los ancianos y los niños son el futuro de un pueblo! Cuán normal es dejarlos de lado ¿no? Tranquilizar a los niños con un caramelo, con un juego: Juega, juega; Anda, anda. Y a los viejos no dejarlos hablar, no tener en cuenta sus consejos: 'Son viejos, pobrecitos'…".
El Papa meditó sobre el pasaje en el que el Señor le explica a los discípulos que las señales de la presencia de Dios no son "una organización bonita" ni "un gobierno que vaya adelante, todo ordenado y todo perfecto", sino los ancianos que se sientan en las plazas y los niños que juegan. El riesgo es aquel de descartar ya sea a los viejos que a los niños. Pero los discípulos no entendían: