"La relación con Dios, la relación con Jesús no es una relación de 'hacer cosas': Yo hago esto y tú me das esto'. Una relación, se podría decir, 'comercial'. No. Es gratuito, como es gratuita la relación de Jesús con los apóstoles: 'Vosotros sois mis amigos. No os llamo siervos, os llamo amigos. No sois vosotros los que me habéis elegido a mí. Yo os he elegido a vosotros. Esta es la gratuidad".
El Papa Francisco concluyó su homilía pidiendo al Señor "que nos ayude a discernir los frutos de la gratuidad evangélica de los frutos de la rigidez no evangélica. Y que nos libre de toda turbación de aquellos que ponen la fe, la vida de la fe bajo las prescripciones casuísticas, las prescripciones que no tienen sentido".
A continuación, la lectura comentada por el Papa Francisco:
Hechos 15:22-31
22 Entonces decidieron los apóstoles y presbíteros, de acuerdo con toda la Iglesia, elegir de entre ellos algunos hombres y enviarles a Antioquía con Pablo y Bernabé; y estos fueron Judas, llamado Barsabás, y Silas, que eran dirigentes entre los hermanos.
23 Por su medio les enviaron esta carta: «Los apóstoles y los presbíteros hermanos, saludan a los hermanos venidos de la gentilidad que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia.
24 Habiendo sabido que algunos de entre nosotros, sin mandato nuestro, os han perturbado con sus palabras, trastornando vuestros ánimos,
25 hemos decidido de común acuerdo elegir algunos hombres y enviarlos donde vosotros, juntamente con nuestros queridos Bernabé y Pablo,
26 que son hombres que han entregado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo.
27 Enviamos, pues, a Judas y Silas, quienes os expondrán esto mismo de viva voz:
28 Que hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponeros más cargas que éstas indispensables:
29 abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de los animales estrangulados y de la impureza. Haréis bien en guardaros de estas cosas. Adiós.»
30 Ellos, después de despedirse, bajaron a Antioquía, reunieron la asamblea y entregaron la carta.
31 La leyeron y se gozaron al recibir aquel aliento.