Durante el rezo del Ángelus este domingo 30 de agosto en el Vaticano, el Papa Francisco insistió en que no se debe reducir el símbolo de la Cruz a un "objeto supersticioso o joya de adorno".
El Pontífice explicó que "el compromiso de 'tomar la cruz' se convierte en participación con Cristo en la salvación del mundo".
"Pensando en esto, hacemos que la Cruz colgada en la pared de casa, o esa pequeña que llevamos al cuello, sea signo de nuestro deseo de unirnos a Cristo en el servir con amor a los hermanos, especialmente a los más pequeños y frágiles".