En un mensaje dirigido a Obispos, sacerdotes, consagrados y fieles de todo el mundo con motivo de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que se celebrará el próximo 22 de abril de 2018, el Papa Francisco recordó que "nuestra vida y nuestra presencia en el mundo son fruto de una vocación divina" y por eso es necesario un proceso de discernimiento que ayude a descubrirla.
En el marco de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos dedicada a los jóvenes, "en particular a la relación entre los jóvenes, la fe y la vocación", que se celebrará en el próximo mes de octubre, el Pontífice reflexionó sobre tres conceptos: escucha, discernimiento y vida.
"En la diversidad y la especificidad de cada vocación, personal y eclesial, se necesita escuchar, discernir y vivir esta palabra que nos llama desde lo alto y que, a la vez que nos permite hacer fructificar nuestros talentos, nos hace también instrumentos de salvación en el mundo y nos orienta a la plena felicidad", señaló el Santo Padre.