Daniela, una niña con parálisis cerebral, esperó seis horas afuera de la Nunciatura Apostólica en Lima (Perú), por el Papa Francisco. Pero valió la espera, pues en cuanto el Santo Padre la vio, se ofreció a bautizarla.
La pequeña tiene 15 años y fue abandonada por sus padres en el hogar San Pedro de Chosica, al este de Lima. Tres voluntarias de ese albergue la llevaron y acompañaron durante la espera en el exterior de la Nunciatura el 21 de enero, el último día del Papa en Perú.