En más de una ocasión se ha visto al Papa Francisco compartiendo una bebida ofrecida por algún peregrino llegado de Argentina al Vaticano o en alguno de los viajes que ha realizado a Sudamérica: se trata del mate, una tradicional bebida que se consume también en Uruguay, partes de Brasil y que tiene sus orígenes en Paraguay.
Esta bebida, cuyo nombre en latín es Ilex paraguariensis se prepara con la llamada yerba mate, yerba de los jesuitas o yerba del Paraguay; y la costumbre se remonta a la época precolombina.
En ese entonces los indígenas guaraníes llevaban alrededor del cuello un saquito de cuero que contenía las hojas de yerba mate que masticaban o bebían como infusión porque creían que el árbol era un regalo de los dioses y al consumirla absorbían sus propiedades divinas.