Los cristianos de las llanuras del Nínive en Irak pudieron reconstruir una guardería y otras instalaciones destruidas por los terroristas del Estado Islámico, gracias a la subasta de un auto Lamborghini personalizado que fue donado al Papa Francisco en 2017.
En noviembre de 2017, el Papa recibió un Lamborghini Huracán blanco, adornado con franjas doradas en el capó, como donación de los ejecutivos de la empresa fabricante de autos deportivos.
Después de bendecir y firmar el automóvil de lujo, el Vaticano lo subastó seis meses después a través de la casa Sotheby's de Londres por 950 mil dólares. Parte de este dinero se destinó para ayudar con la reconstrucción en las llanuras del Nínive.