Mons. José Gomez, Arzobispo de Los Ángeles y presidente del episcopado estadounidense, recordó que sin importar que tan lejos este uno de Dios, Él siempre busca y espera a sus hijos "con los brazos abiertos".
Así lo indicó el Prelado de origen mexicano en una reflexión sobre el Evangelio de este domingo, la parábola del Hijo Pródigo, que compartió en su cuenta de Facebook.
El Arzobispo dijo que este relato es para él una "escena triste" pues "siempre imagino cómo se siente el padre cuando el hijo llega y exige su herencia. Imagino lo adolorido que su corazón debe sentirse".