La candidata presidencial del Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, se reunió el miércoles con diversos líderes cristianos a quienes les dijo que "está en contra del aborto". Sin embargo, ayer jueves señaló que no ha cambiado su posición sobre esta práctica anti-vida y la consideró un tema "de salud pública".
Según informa el diario español El País, "a 36 horas de las elecciones presidenciales brasileñas, la despenalización del aborto ha puesto en aprietos a Dilma Rousseff, la candidata propuesta por el presidente Lula da Silva. Su cambio de opinión en este tema, del que era una firme defensora, y los casos de corrupción que ha tenido que afrontar recientemente, amenazan con impedir una aplastante victoria en la primera vuelta".
El mencionado diario recuerda que en 2009, Rousseff expresó en la revista Marie Claire su apoyo al aborto. En aquella entrevista la candidata dijo: "abortar no es fácil para ninguna mujer. Dudo que alguien se sienta cómoda haciendo un aborto. Sin embargo, esa no puede ser razón para que no sea legal".