En su discurso a las autoridades del reino de Jordania, el Papa Francisco hizo un urgente y necesario llamado a la paz en Medio Oriente, refiriéndose de manera particular al conflicto en Siria y al que tiene enfrentados a los israelíes y palestinos.
El Santo Padre agradeció primeramente la labor de Jordania de asistencia de refugiados "palestinos, iraquíes y de otras zonas en crisis, en especial de la vecina Siria, destruida por un conflicto que está durando demasiado tiempo".
"Esta acogida merece el reconocimiento y la ayuda de la comunidad internacional. La Iglesia Católica, dentro de sus posibilidades, quiere comprometerse en la asistencia a los refugiados y a los necesitados, sobre todo mediante Caritas Jordania".