Además, aclaró que uno tiene el derecho "de acuerdo a la ley civil" a modificar su "identidad de género" y a expresar su identidad autopercibida como femenina, pero no puede "imponer la negación de la realidad" ya que, al tiempo de su nacimiento y de su Bautismo, "era una persona de sexo masculino".
No obstante, el Arzobispado anunció que, de acuerdo con la legislación vigente, registrarán los cambios en su identidad civil con una anotación al margen del acta de Bautismo.