Los católicos acudieron masivamente a las iglesias del norte Filipinas para participar en las Misas, desafiando las amenazas de ataques terroristas del Estado Islámico (ISIS) contra las "ciudades e iglesias cruzadas".
Así, según informó UCA News, en la ciudad de Manaoag, en la provincia de Pangasinan, los católicos asistieron a las Eucaristías.
Previamente, las autoridades filipinas habían colocado a la Basílica Menor de la Virgen del Santísimo Rosario, el popular lugar de peregrinación de la ciudad, bajo estricta seguridad.