Frente al paso del huracán Laura, los católicos de Lake Charles en Louisiana (Estados Unidos) agradecieron a Dios porque los daños fueron menores de lo esperado y aseguraron que las oraciones fueron la razón de que varias casas resultasen intactas.
Este 27 de agosto el huracán Laura se convirtió en una tormenta de categoría 4, que dejó sin electricidad a 800 mil hogares en Louisiana, Texas, Arkansas y Mississippi. El agua superó los tres metros de altura y causó daños considerables en la estructura de muchos edificios.
El sistema eléctrico y las instalaciones de agua en la ciudad están dañadas, los árboles y los cables eléctricos caídos han obstaculizado la entrada de los camiones de ayuda y los vidrios de varios edificios han explotado.