Por tanto, Jesús adolescente aprendió del padre este oficio. Por eso, cuando de adulto empezó a predicar, sus paisanos asombrados se preguntaban: «¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros?» (Mt 13,54), y se escandalizaban a causa de él (cfr v. 57). Porque era el hijo del carpintero, pero hablaba como un doctor de la ley y se escandalizaban de esto.
Este dato biográfico de José y de Jesús me hace pensar en todos los trabajadores del mundo, de forma particular en aquellos que hacen trabajos duros en las minas y en ciertas fábricas; en aquellos que son explotados con el trabajo en negro; en las víctimas del trabajo -hemos visto que en Italia ha habido bastantes-; en los niños que son obligados a trabajar y en aquellos que hurgan en los vertederos en busca de algo útil para intercambiar...
Me permito repetir esto que he dicho: los trabajadores escondidos; los trabadores que hacen trabajos duros en las minas y en ciertas fábricas, pensemos en ellos; quienes son explotados con el trabajo en negro, les dan el sueldo de contrabando, a escondidas, sin la jubilación, sin nada, y si no trabajas, tú no tienes ninguna seguridad, trabajo en negro, y hoy existe el trabajo en negro, y mucho; a las victimas del trabajo, que sufren accidentes en el trabajo; a los niños que son obligados a trabajar, esto es terrible, un niño, en la edad del juego, deben jugar, obligados a trabajar como personas adultas, los niños obligados a trabajar y en aquellos pobres que hurgan en los vertederos en busca de algo útil para intercambiar... van a los vertederos. Todos ellos son hermanos y hermanas nuestros que se ganan la vida así, no les dan la dignidad, pensemos en ellos, y esto sucede en el mundo, esto sucede.