Tras el incendio en el campo de refugiados de Moria, en la isla de Lesbos (Grecia) el pasado 8 de septiembre, Caritas Europa emitió un comunicado en el que pidió "la seguridad de los migrantes y la solidaridad de Europa".
Manifestaron estar "alarmados y entristecidos" por el desastre humanitario generado después de que varios incendios destruyeron casi la totalidad del campo de refugiados de Moria.
Según precisan, "durante meses e incluso años, más de 12.000 residentes estaban acogidos en el campo, superando cuatro veces su capacidad y soportando condiciones miserables, mientras esperaban que se procesaran sus solicitudes de asilo".