A pocos días de la visita del Papa Francisco al continente africano (Kenia, Uganda y República Centroafricana), del 25 al 30 de noviembre, muchos fieles en ese continente recuerdan la vida y obra de la Beata Irene Stefani, misionera en África que un día escribió como lema "¡Sólo Jesús, todo con Jesús, toda de Jesús, todo para Jesús! ¡Nada para mí".
La Beata Stefani nació en Brescia (Italia), en 1891 en una familia de profunda fe. Fue una niña muy hermosa y desde pequeña mostró una gran sensibilidad por el apostolado entre sus compañeras, familiares y personas mayores. Siempre pensaba en los pobres, ayudaba a los ancianos y cuidaba a los enfermos con trabajos pesados y humildes.
Quería ser misionera pero tuvo que posponer este deseo al morir su madre y hacerse cargo de la educación y catequización de sus hermanos menores. En su familia y parroquia era conocida como "el ángel de los pobres".