El Papa Francisco agradeció este domingo a la Comunidad de San Egidio la acogida que brinda a los migrantes, los "nuevos europeos" que llegan luego de viajes arriesgados, y exhortó a los católicos a ayudar a Europa a reencontrarse con sus raíces cristianas, de las cuales ha renegado.
"Veo aquí, además, muchos 'nuevos europeos', migrantes llegados después de viajes dolorosos y arriesgados. La Comunidad los acoge con diligencia, y demuestra que el extranjero es un hermano nuestro, para conocer y ayudar. Y esto nos rejuvenece", expresó el Pontífice durante la visita al barrio romano de Trastevere.
En su discurso, el Pontífice denunció las consecuencias que la cultura del descarte ha traído sobre Europa, tales como la baja de las tasas de natalidad, la eliminación de los ancianos con una "eutanasia escondida" y el desempleo de los jóvenes.