Así, se ha multado a varios miembros de organizaciones provida o se han impedido convocatorias para rezar convocadas conforme a la ley según defienden sus organizadores. La situación más grave de todas se produjo a mediados de septiembre, cuando una mujer de la iniciativa "rezar no es delito", embarazada entonces de 39 semanas, fue rodeada por varios policías al rezar a las puertas del negocio abortista Dator de Madrid.
También ha habido intentos por parte de mandos policiales de alejar de forma ilegal a miembros de 40 Días por la Vida en Vitoria.
Según detalla El Debate, la directora de la policía autonómica vasca, Victoria Landa, dictó una orden para alejar a 80 metros de un negocio abortista a los provida que fue revocada por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.
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