Luego del hallazgo de tumbas no identificadas con restos de cientos de niños indígenas en antiguas residenciales católicas de Canadá a fines de mayo, hasta la fecha al menos 10 templos católicos y anglicanos han sido dañados o destruidos con incendios provocados.
Varias de las iglesias afectadas, en su mayoría católicas, se encuentran en el territorio de las Naciones Originarias de Canadá –o Primeras Naciones–, que vivían al sur de la región ártica del actual Canadá.
Respecto al motivo de esta ola de vandalismo, se cree que es una reacción a la confirmación de más de mil tumbas sin nombre en varias sedes de antiguas escuelas residenciales, de las cuales más de la mitad fueron administradas por la Iglesia Católica entre 1831 y 1996.