Los obispos católicos en Florida (Estados Unidos) han pedido al presidente estadounidense Donald Trump y al gobernador Ron DeSantis “detener las actividades de aplicación de las leyes de inmigración durante las vacaciones de Navidad”.
“Solicitamos que el gobierno pause las actividades de aprehensión y redadas durante la temporada navideña. Tal pausa mostraría un respeto decente por la humanidad de estas familias”, dijeron los obispos en un comunicado del 22 de diciembre.
“No sean el Grinch que robó la Navidad”, dijo el Arzobispo de Miami, Mons. Thomas Wenski, en una conferencia de prensa. “Denle a la gente estas dos semanas para estar con sus familias sin miedo a ser arrestados o detenidos y terminar en Alligator Alcatraz o en Krome u otros lugares para esperar la deportación”.
Junto con Wenski, otros prelados —incluidos el obispo Gerald Barbarito de Palm Beach, el obispo Frank Dewane de Venice, el obispo John Noonan de Orlando, el obispo Gregory Parkes de St. Petersburg, el obispo William Wack de Pensacola-Tallahassee, el obispo Erik Pohlmeier de St. Augustine y el obispo auxiliar Enrique Delgado de Miami— se unieron para emitir la declaración.
Pausar la aplicación de la ley durante la temporada santa “puede disminuir la tensión en nuestras divisiones partidistas, aliviar el miedo y la ansiedad presentes en muchas de nuestras familias inmigrantes e incluso no inmigrantes y permitir que todos celebremos con mayor alegría la venida del Príncipe de la Paz”, escribieron.
“Ahora no es momento de ser insensibles ante el sufrimiento causado por la aplicación de las leyes de inmigración. Nuestra nación está ricamente bendecida. A pesar de los desafíos que enfrenta nuestra nación, nosotros, los estadounidenses, disfrutamos de una paz y prosperidad que son la envidia del mundo, hechas posibles por nuestro especial orden constitucional que protege nuestras libertades”.