El arzobispo Paul Coakley dijo esta semana que espera con interés hablar con el presidente estadounidense Donald Trump “en un futuro próximo”.
Coakley, quien fue elegido presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) en noviembre, dijo que no ha tenido “ninguna conversación personal” con Trump ni con el vicepresidente JD Vance, pero prevé “entablar diálogo con ellos sobre temas de interés común”.
Cuando Coakley se reúna con la administración, “indudablemente va a salir el tema de la inmigración”, dijo en una entrevista en el programa “Face the Nation” de CBS News el 21 de diciembre. “Creo que tenemos oportunidades para trabajar juntos. Tenemos oportunidades para hablar con franqueza unos con otros”.
En lo referente a la inmigración, Coakley dijo que existe mucha “ansiedad” entre los migrantes, pero que la situación “varía de un lugar a otro”. Señaló que “en las comunidades con una población migrante más densa, hay un gran grado de miedo e incertidumbre… debido al nivel de retórica que a menudo se emplea al abordar los temas relacionados con la migración y las amenazas de deportación”.
Mientras que algunos obispos han concedido formalmente dispensa de la obligación de asistir a Misa para los inmigrantes que temen ser objetivo de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) durante la Misa, Coakley dijo que no ha habido descensos significativos en la asistencia a Misa.
Coakley, Arzobispo de Oklahoma City, dijo que no ha visto descensos en su diócesis y que no lo ha “oído reportar ampliamente” por parte de sus hermanos obispos.