El Papa rechazó las promesas tecnológicas para prolongar indefinidamente la existencia humana como las que hace el “transhumanismo” y recordó que la resurrección de Cristo “revela que la muerte no se opone a la vida”.
Durante la Audiencia General de este miércoles, que se ha celebrado en la Plaza de San Pedro a pesar de las bajas temperaturas del invierno romano, el Pontífice advirtió que numerosas visiones antropológicas actuales “prometen inmortalidad inmanente y teorizan sobre la prolongación de la vida terrenal mediante la tecnología”.
Ese horizonte, dijo, es característico del “transhumanismo”, un fenómeno que “se abre camino en el horizonte de los retos de nuestro tiempo”.
Ante ello, instó a plantearse dos preguntas centrales: “¿Podría la ciencia vencer realmente a la muerte? Pero entonces, ¿podría la misma ciencia garantizarnos que una vida sin muerte es también una vida feliz?”.
Frente a esas propuestas, el Santo Padre reflexionó sobre el sentido cristiano de la muerte que es “parte constitutiva de ella como paso a la vida eterna”.