La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) ha expresado su preocupación por la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que obliga a todos los Estados miembros a reconocer los llamados “matrimonios homosexuales” celebrados legalmente en otro país.
En un comunicado publicado este martes, el presidente de la COMECE, Mons. Mariano Crociata, advierte que el fallo podría tener un impacto en las competencias de cada nación, ya que el reconocimiento de estas uniones son obligatorias a pesar de que no sean válidas en su propio ordenamiento jurídico.
La sentencia responde al caso de una pareja polaca del mismo sexo que contrajo “matrimonio” en Alemania en 2018. Al regresar a Polonia, las autoridades rechazaron inscribir la unión en el registro civil. El tribunal europeo ha considerado esta negativa contraria al derecho de la Unión, por lo que todo el bloque está ahora obligado a reconocer los derechos derivados de dicho vínculo.
Unión entre un hombre y una mujer
En nombre de la Iglesia en Europa, Mons. Crociata hace referencia a la visión antropológica de la Iglesia, “fundamentada en la ley natural” y recuerda que el matrimonio es una “unión entre un hombre y una mujer”.
En este contexto, el prelado italiano señala que la sentencia restringe los derechos de cada nación, especialmente de aquellas en las que “la definición del matrimonio forma parte de su identidad nacional”. A su juicio, el fallo podría generar “presiones para modificar el derecho de familia propio” y aumentar además “la inseguridad jurídica”.