Desde que el Papa León XIV entonó su primer Regina Coeli al finalizar su Misa de inicio de su pontificado el pasado 18 de mayo, el mundo fue testigo de la importancia que el Pontífice otorga a la música litúrgica.
Ante la sexta edición del Concierto con los Pobres, una “bella tradición” instaurada por el Papa Francisco que se celebra cada Navidad en el Vaticano, León XIV recordó a sus organizadores que la música “ha tenido siempre un papel importante en la experiencia cristiana”.
En la liturgia, en particular, destacó que el canto no es nunca una “banda sonora” o un simple fondo, sino que “está destinado a elevar el ánimo para conducirlo lo más cerca posible del misterio que se celebra”.
“Cuánto son importantes en la música el cuidado, el esfuerzo, el arte y, al final, la armonía que de ellos deriva: es verdaderamente un don precioso que Dios ha hecho a toda la humanidad”, subrayó.
El Papa invitó a que el concierto que se celebrará este sábado sea una ocasión para preparar el corazón para la Navidad y destacó que mirándolo a Él “podemos aprender a amar como Él nos ha amado; podemos descubrir que el mandamiento del amor responde a nuestras necesidades más auténticas, porque es cuando amamos que realizamos verdaderamente nuestro ser”.
Para el Santo Padre, el concierto con los pobres no es una simple muestra musical ni “un momento de solidaridad para arreglar nuestra conciencia frente a las injusticias de la sociedad”.