El Papa León XIV reflexionó este viernes en el Vaticano sobre los desafíos que plantea la inteligencia artificial, durante un encuentro con los miembros de la Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice y con los participantes en la Strategic Alliance of Catholic Research Universities.
En su discurso, el Santo Padre puntualizó que la inteligencia artificial afecta a ciertas características esenciales de la persona humana, “como el pensamiento crítico, la capacidad de discernimiento, el aprendizaje y el ámbito de las relaciones interpersonales”.
Esto supone para el Pontífice un impacto concreto “en la vida de millones de personas, cada día y en todas las partes del mundo”.
“¿Cómo podemos garantizar que el desarrollo de la inteligencia artificial sirva verdaderamente para el bien común, y no sólo para concentrar riqueza y poder en manos de unos pocos?”, se preguntó a continuación.
Para contestar a este interrogante, el Papa exhortó a profundizar en “qué significa ser humanos en esta época”, es decir, quienes están llamados a ser colaboradores en la obra de la creación y no simples “consumidores pasivos de contenidos producidos por una tecnología artificial”.
“Nuestra dignidad —agregó—reside en la capacidad de reflexionar, de elegir libremente, de amar gratuitamente, de entrar en relación auténtica con el otro”.