El Papa León XIV ha hecho historia al convertirse en el primer Pontífice en visitar este viernes Iznik —la antigua Nicea—, lugar donde hace 1.700 años se celebró el primer concilio ecuménico de la Iglesia.
Aquel concilio, convocado en el año 325 por el emperador Constantino, reunió a unos 300 obispos de las provincias orientales del Imperio romano con el propósito de alcanzar, entre otros objetivos, un acuerdo sobre la naturaleza de Cristo.
Un enclave cargado de historia
El Santo Padre se despidió de Estambul y llegó poco antes de las 15.30 (hora local) a la antigua basílica de San Neófito en İznik, un lugar sagrado con un profundo valor espiritual: se trata del lugar exacto donde se celebró el histórico concilio.
El templo original, construido en el año 380 en memoria de San Neófito —un joven mártir asesinado en el 303 durante las persecuciones de Diocleciano—, fue destruido por un terremoto en el 740 y quedó sumergido bajo las aguas del lago Iznik.
La antigua iglesia fue hallada a unos tres metros bajo el agua y a unos 50 metros de la orilla. En 2014 salieron a la luz las ruinas de esta antigua basílica de tres naves, que hoy pueden verse fácilmente desde la orilla.