A orillas del lago Iznik, en la antigua Nicea, en Turquía, se hallan los restos de una iglesia que se cree que fue construida en el año 380 d.C. sobre el lugar exacto donde se celebró el primer concilio ecuménico cristiano de la historia, convocado por el emperador Constantino en el 325 d.C.
Hasta este enclave, situado a 130 kilómetros al sureste de Estambul, se desplazará el Papa León XIV este viernes, en el segundo día de su histórico viaje a Turquía para conmemorar los 1.700 años del Concilio de Nicea.
La iglesia original se erigió en memoria de San Neófito, un joven mártir asesinado por su fe y por negarse a ofrecer sacrificios a dioses paganos a los 16 años, en el año 303, durante las persecuciones del emperador Diocleciano.
Tras ser destruida por un terremoto, se edificó sobre sus cimientos un nuevo templo, de 800 metros cuadrados, estilo romano y compuesto de tres naves, conocido como la iglesia de los Santos Padres.
La nueva basílica se construyó en memoria de los 300 obispos de todas las provincias orientales del Imperio romano que viajaron hasta Nicea con el fin, entre otros, de llegar a un acuerdo sobre la naturaleza de Cristo.
Según las investigaciones, la iglesia fue destruida por un segundo seísmo en el año 740 y sus restos quedaron sumergidos por el agua. En 2014 las ruinas emergieron y no fue hasta cuatro años más tarde, en 2018, cuando un portal científico informó acerca de las últimas indagaciones.