Tras la profanación sufrida por la Capilla Cristo Redentor, en la comuna chilena de Huechuraba de la Arquidiócesis de Santiago, la comunidad local se unió en una jornada de oración y reparación.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del lunes, cuando un grupo de personas ingresó por la fuerza a la capilla y robó el copón con las hostias consagradas, un cáliz, otro copón y otros elementos litúrgicos, además de los equipos de sonido del templo, indicó la Iglesia local en un comunicado.
Ante lo sucedido, y luego de realizar la denuncia ante la comisaría 54, el Santísimo Sacramento fue resguardado en la parroquia Nuestra Señora de los Pobres, y se convocó con urgencia a una Hora Santa y una Misa presidida por el Obispo Auxiliar de Santiago, Mons. Alberto Lorenzelli, que se celebró en la noche del lunes.
Ante una comunidad “herida, indignada y dolida”, el obispo recordó en su homilía que “nada podrá separarnos del amor de Cristo”.
Lo sucedido, indicó el prelado, “no sólo hirió un objeto sagrado, sino el corazón de una comunidad que ama y adora a Jesús Eucaristía”. Por eso, exhortó a los fieles a responder al mal con una fe aún más firme: adorando más, reparando con humildad, creciendo en amor eucarístico y perdonando sin odio.
Mons. Lorenzelli aseguró su cercanía al párroco del lugar, P. Andrés Aritzia, recordando que toda la Iglesia camina con él en este momento de dolor.