Entre dolor y esperanza, la Iglesia Católica en México abrazó a familias que buscan a desaparecidos en un encuentro realizado el 20 de octubre, en el que reafirmó su papel como acompañante, mediadora y refugio espiritual para miles de personas que buscan a sus seres queridos.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Gobernación, 133.674 personas permanecen desaparecidas o no localizadas desde diciembre de 1952. En este contexto han surgido las “familias buscadoras”, personas que, debido a la falta de respuesta y acción efectiva por parte de las autoridades, recorren áreas peligrosas como basureros, fosas clandestinas e incluso sitios de prostitución, en busca de pistas que puedan llevar al paradero de sus seres queridos.
La Arquidiócesis Primada de México realizó este jueves un encuentro de diálogo y escucha con familias buscadoras, sacerdotes que trabajan en labores de acompañamiento y representantes de diversas instituciones.
El objetivo principal fue compartir conmovedores testimonios, fortalecer los canales de comunicación y colaboración entre quienes realizan las búsquedas y las autoridades responsables de investigarlas.