El monumento más grande del mundo dedicado a Nuestra Señora de Fátima fue inaugurado y bendecido el 13 de noviembre durante la Misa de clausura del Jubileo Mariano en Crato, en el estado de Ceará, en la región nordeste de Brasil.
La estatua, de 54 metros de altura, se encuentra en el barrio Nuestra Señora de Fátima. Fue creada por el artista Ranilson Viana inspirado en la réplica de la imagen peregrina que se venera en la Catedral de Nuestra Señora de Penha, obra del escultor portugués Guilherme Ferreira Thedim.
“Nuestros corazones rebosan de alegría y fe porque en esta tierra bendita de Crato se erige esta grandiosa imagen de Nuestra Señora de Fátima gracias a la presencia de la imagen peregrina, procedente directamente de Fátima, en Portugal, señal de nuestra comunión espiritual con ese santuario mariano, corazón palpitante de oración, penitencia y esperanza para el mundo entero”, expresó Monseñor Magnus Henrique Lopes, obispo de Crato, quien presidió la Santa Misa.
La imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima llegó a Juazeiro del Norte el 10 de noviembre, 72 años después de su primera visita. Su peregrinación concluyó el 13 de noviembre durante la Misa de clausura de la Jornada Mariana Diocesana.
En su homilía, Mons. Magnus afirmó que “de Fátima a Crato se recorre el mismo camino de fe y ternura”. Recordó que en Portugal “María apareció como la señora más brillante que el sol” y que en Crato “ella llega como madre amorosa que acoge a sus hijos que sufren. Pobres, pero llenos de confianza”.
El obispo también afirmó que, al bendecir “esta imagen de Nuestra Señora de Fátima”, podemos escuchar “la misma invitación materna” que María hizo en las Bodas de Caná, cuando dijo a los criados: “Haced lo que Él os diga”.