El Papa León XIV afirmó que se debe tratar a los inmigrantes con dignidad y alentó a todas las personas en Estados Unidos a escuchar el mensaje de sus obispos sobre inmigración.
“Nadie ha dicho que Estados Unidos deba tener fronteras abiertas. Creo que cada país tiene derecho a determinar quién entra, cómo y cuándo”, dijo el Papa León XIV el 18 de noviembre, fuera de la villa papal de Castel Gandolfo, antes de regresar a Roma tras pasar allí todo el día.
“Pero cuando hay personas que están llevando una buena vida, muchas de ellas desde hace 10, 15, 20 años, tratarlas de una manera que es extremadamente irrespetuosa, por decir lo menos —y ha habido algo de violencia, por desgracia—, creo que los obispos han sido muy claros en lo que han dicho. Creo que simplemente invitaría a todas las personas en Estados Unidos a escucharlos”.
La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) se opuso de forma abrumadora, el 12 de noviembre, a la deportación masiva indiscriminada de inmigrantes que carecen de estatus legal y exhortó al gobierno a defender la dignidad de los migrantes.
Hablando en inglés, el primer Papa nacido en Estados Unidos respondió a la pregunta de la prensa sobre si podía atribuirse el mérito de la declaración de los obispos sobre inmigración, ya que los obispos estadounidenses creen que el Papa “los respalda” en materia de inmigración. El Papa respondió que los inmigrantes deben ser tratados con dignidad incluso si carecen de estatus legal.
“Creo que tenemos que buscar maneras de tratar a las personas humanamente, de tratarlas con la dignidad que tienen. Si hay personas que están en Estados Unidos ilegalmente, hay maneras de tratar esa situación. Hay tribunales, hay un sistema de justicia. Creo que hay muchos problemas en el sistema”, dijo el Papa.