En la celebración del Te Deum por los 122 años de independencia de Panamá, el Arzobispo Metropolitano, Mons. José Domingo Ulloa, exhortó al país a redescubrir el valor de soñar, de la fe y de la esperanza como pilares de una nación cimentada en el Evangelio.
“Panamá necesita urgentemente hombres y mujeres que vuelvan a soñar, que se atrevan a creer que un país mejor es posible”, expresó el prelado en la Catedral Basílica Santa María la Antigua, el 3 de noviembre.
Mons. Ulloa afirmó que soñar no significa evadir la realidad, sino comprometerse con ella con valentía. “Nuestros próceres no soñaron una patria de privilegios, sino de oportunidades para todos. No lucharon por la riqueza de unos pocos, sino por una nación donde cada persona pudiera vivir con dignidad”, subrayó.
Durante su reflexión, el presidente de la Conferencia Episcopal Panameña también repasó algunos momentos históricos, como el Día de los Mártires, el 9 de enero de 1964, —cuando más de 20 panameños murieron reclamando la soberanía sobre la zona del Canal—, y la recuperación de la democracia en 1989, subrayando que esos hechos fueron fruto de un pueblo creyente.
“La democracia no se hereda, es una planta frágil que debemos regar cada día con participación, verdad y justicia”, afirmó el Arzobispo, recordando que el ciclo histórico se completó con la entrega del Canal a manos panameñas en 1999, “no como un botín político, sino como símbolo de servicio y unidad nacional”.