El viernes 31 de octubre surgieron pruebas gráficas de masacres a gran escala de civiles en Sudán, incluyendo imágenes satelitales que muestran cuerpos y suelo manchado de sangre fuera de un hospital en Darfur.
Más de 460 pacientes y familiares fueron reportados como asesinados a tiros en el Hospital de Maternidad Saudita de El Fasher el martes, después de que el ejército sudanés se rindiera ante combatientes paramilitares el último domingo, tras un asedio de 18 meses.
Según informes de prensa, las fuerzas gubernamentales aún mantienen el control de la capital, Jartum.
Esta masacre es la última tragedia en el conflicto que ha devastado la región occidental de Darfur desde que estalló la guerra civil a gran escala en 2023.
La guerra entre las facciones militares rivales —las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF)— ha cobrado la vida de unas 150.000 personas y ha desplazado a unos 14 millones, según el Global Conflict Tracker del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR).