Durante la Audiencia General de este miércoles, el Papa León XIV rezó por las víctimas y damnificados del huracán Melissa, que ha golpeado con fuerza devastadora el Caribe, dejando a su paso graves inundaciones, daños materiales y miles de personas desplazadas.
“En este día ha azotado especialmente Jamaica el huracán Melissa, una tormenta de potencia catastrófica que está provocando violentas inundaciones. En estas horas, con fuerza devastadora, atraviesa Cuba”, lamentó el Pontífice que constató que hay miles personas desplazadas y que han sido destruidas viviendas, infraestructuras y varios hospitales.
“Aseguro a todos mi cercanía, rezando por quienes han perdido la vida, por los que están huyendo y por las poblaciones que, a la espera de los desarrollos de la tormenta, viven horas de ansiedad y preocupación”, aseguró el Santo Padre tras pronunciar la catequesis.
León XIV ánimo a las autoridades civiles a “hacer todo lo posible” para asistir a las comunidades afectadas, y expresó su gratitud a las comunidades cristianas y organizaciones de voluntariado que ya están prestando ayuda en las zonas más golpeadas.
El huracán Melissa, con categoría 3, está dejando vientos dañinos, lluvias con inundaciones y una peligrosa marejada ciclónica a su paso por el este de Cuba, donde tomó tierra esta mañana, mientras avanza hacia Guantánamo con vientos máximos sostenidos de 185 km/h.
Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) el núcleo del huracán se mueve a 19 kilómetros por hora y se espera que cruce el este Cuba durante la mañana, para desplazarse por el sureste y el centro de las Bahamas a medida que avance la jornada donde está previsto que “siga siendo un huracán potente”. Según las autoridades, en Cuba ya se han evacuado a 735.000 personas, la mayoría en casas de familiares y amigos, aunque algunos también en refugios que suponen más del 7,5 % de la población total.