El Papa León XIV presidió este martes una solemne ceremonia por la paz en la que clamó por una nueva era de la “reconciliación” que acabe con la “prepotencia” bélica y el desinterés por el derecho internacional.
“Poner fin a la guerra es el deber impostergable de todos los líderes políticos ante Dios. La paz es la prioridad de cualquier política. Dios pedirá cuentas a quienes no han buscado la paz o han fomentado las tensiones y los conflictos durante tantos días, meses y años de guerra”, aseguró el Pontífice en un escenario instalado frente al arco de Constantino y a pocos pasos del Coliseo.
Antes de pronunciar su discurso, el Santo Padre fue recibido en el anfiteatro romano por varios representantes de las confesiones cristianas. Entre ellos estaba el Patriarca de Alejandría y de toda África, Teodoro II; el Patriarca de la Iglesia Asiria de Oriente, Mar Awa III y el Patriarca de los Armenios, Sahak II. A continuación comenzó un momento de oración en el que nombraron algunos de los conflictos abiertos en el mundo.
Poco después, el Santo Padre se trasladó desde el Coliseo hasta el escenario instalado para el evento por la paz organizado por la Comunidad de San Egidio y agradeció a los líderes religiosos su presencia para rezar por la paz, “mostrando al mundo lo decisiva que es la oración”.