La Arquidiócesis de Tijuana, ubicada en la frontera norte de México, informó que su arzobispo, Mons. Francisco Moreno Barrón, enfrenta una “situación delicada” de salud, debido al avance de un cáncer, por lo que se le suspenderá su tratamiento oncológico y recibirá cuidados paliativos.
El prelado enfrenta, desde 2022, un cáncer pulmonar maligno (mesetelinoma epiteliode) relacionado con el contacto con el asbesto. Durante este tiempo ha sido intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones y ha recibido cuatro tratamientos oncológicos.
En agosto, Mons. Barrrón anunció que iniciaría un nuevo proceso de inmunoterapia, con la esperanza de resultados “favorables”, aunque advirtió que podrían ser “más agresivos”.
Sin embargo, según informó la arquidiócesis el 24 de octubre en un nuevo comunicado, en días recientes el arzobispo presentó vómito, baja presión arterial y disminución en los niveles de oxígeno. Tras una valoración médica, fue internado el 23 de octubre en el Hospital SIMNSA Internacional para estudios y observación.
Los médicos señalaron que el pulmón derecho presenta “una afectación significativa” y diversas zonas con daño debido a la presencia de células malignas.
Debido al “comportamiento de la enfermedad y por la naturaleza de esta, continúa avanzando, pese a que los tratamientos que se han administrado han tratado de frenar o lentificar el avance de la enfermedad sin lograr detenerla”.