Una imagen de la Virgen María con un lazo blanco entre las manos se puede observar en cada vez más templos en los últimos años. Se trata de la Virgen Desatanudos, una advocación a la que miles de fieles acuden a pedir su ayuda para “desatar” los nudos de sus problemas cotidianos.
Su origen y el impulso del Papa Francisco
Aunque su difusión por todo el mundo es relativamente reciente, la historia de esta advocación mariana se remonta a fines del siglo XVII e inicios del XVIII. Para el año 1700, el artista Johann Georg Melchior terminó de pintar la imagen, que fue colocada en la iglesia de San Pedro en el Perlach, en la ciudad alemana de Augsburgo.
Tres siglos después, la devoción tomó un nuevo impulso de la mano del Papa Francisco. Según contó a Radio Vaticana el P. Alejandro Russo, rector de la Catedral de Buenos Aires (Argentina), cuando el Pontífice era sacerdote promovió esta advocación, e incluso adjuntaba una estampa de la Virgen Desatanudos cada vez que escribía una carta.
En 2021, cuando se hizo la coronación pontifica de esta imagen en la parroquia de San José del Talar en Buenos Aires, el Papa Francisco mandó una carta en la que invitaba a los fieles a poner en ella la “esperanza, para ser testigos fieles y humildes del Evangelio de la misericordia y la ternura de Dios”.
También en 2021, el Papa Francisco conluyó un maratón de Rosarios dedicados a la Virgen María con una oración ante la imagen de la Virgen Desatanudos en los Jardines Vaticanos.