El Papa León XIV advirtió este domingo, durante la canonización de los primeros santos venezolanos —el médico José Gregorio Hernández y la religiosa Carmen Rendiles—, que en un mundo sin fe la libertad “sería derrotada por la muerte”.
“Si desapareciese del mundo, ¿qué ocurriría? El cielo y la tierra quedarían como están, pero nuestro corazón carecería de esperanza; la libertad de todos sería derrotada por la muerte; nuestro deseo de vida precipitaría en la nada. Sin fe en Dios, no podemos esperar en la salvación”, afirmó el Santo Padre en su homilía.
León XIV hizo estas consideraciones en la Misa en la que también fueron canonizados el laico Peter To Rot (1912-1945), nativo de Papúa Nueva Guinea, ejecutado por los japoneses al final de la Segunda Guerra Mundial; el obispo y mártir armenio, Ignazio Choukrallah Maloyan, asesinado en 1915 por las fuerzas otomanas por negarse a convertirse al islam; la misionera, María Troncatti, que dedicó su vida a ayudar a la población indígena shuar en Ecuador; y el abogado italiano, Bartolo Longo, que tras ser satanista abrazó la fe católica y fundó el santuario pontificio de la Santísima Virgen del Rosario de Pompeya.
Los nuevos santos "no son héroes", sino hombres y mujeres "auténticos"
León XIV destacó a los siete nuevos santos como ejemplos de vida cristiana auténtica: “No son héroes, o paladines de un ideal cualquiera, sino hombres y mujeres auténticos”, subrayó.
La ceremonia de canonización en la Plaza de San Pedro comenzó con la intervención del cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos, quien presentó al Papa León XIV las historias de los siete próximos santos.