El Papa León XIV aseguró que hemos sido creados para “la plenitud”, pero alertó de que este deseo no tiene nada que ver con “pensar de forma optimista” sino con tener la “certeza” de que Dios se hace garante de este “impulso constitutivo de nuestra humanidad”.
“Este deseo grande de nuestro corazón puede encontrar su última respuesta no en los roles, no en el poder, no en el tener, sino en la certeza de que alguien se hace garante de este impulso constitutivo de nuestra humanidad; en la conciencia de que esta espera no será decepcionada o frustrada. Tal certeza coincide con la esperanza”, aseguró el Pontífice durante la catequesis de la Audiencia General de este miércoles 15 de octubre en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Así, comentó que “a menudo el optimismo nos decepciona, al ver cómo nuestras expectativas implosionan”, mientras que la esperanza cristiana “promete y cumple”.
El Santo Padre continuó con la catequesis sobre el misterio de Cristo, que culmina en la Resurrección, pero esta vez lo vinculó con la realidad humana e histórica actual y con sus “preguntas y sus desafíos”.
“De la Resurrección de Cristo brota la esperanza que nos hace gustar anticipadamente, no obstante las fatigas de la vida, una quietud profunda y gozosa: aquella paz que Él solo nos podrá dar al final, sin fin”, explicó el Papa.
De esta manera, León XIV recordó que la existencia humana está tejida de contrastes —alegrías, frustraciones, esperanzas y cansancios—, pero que sólo en Cristo Resucitado el corazón encuentra la plenitud que busca.