Durante la Misa que celebró este domingo con motivo del Jubileo de la Espiritualidad Mariana, el Papa León XIV aseguró que la Virgen nos recuerda que “la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles, sino de los fuertes” y llamó a poner en práctica su “fuerza revolucionaria” del afecto.
“En ella vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles, sino de los fuertes, que no necesitan maltratar a los demás para sentirse importantes”, expresó.
Durante la homilía que pronunció el Papa León XIV, citó la exhortación apostólica Evangelii gaudium de su predecesor, Francisco, para insistir en que, cada vez que miramos a María, “volvemos a creer en la fuerza revolucionaria de la ternura y del afecto”.
Así, previno de no vivir “verdaderos encuentros” con aquellos que Dios pone en nuestro camino porque esto nos impide participar “como lo hizo María, en el cambio del mundo y en la alegría del Magnificat”.
Ante cerca de 30.000 personas, entre ellos rectores y trabajadores de santuarios, así como miembros de movimientos, cofradías y diversos grupos de oración mariana, el Papa dejó claro que el camino de María “va tras el de Jesús, y el de Jesús es hacia cada ser humano, especialmente hacia los pobres, los heridos, los pecadores”.
Por eso, aseguró que “la auténtica espiritualidad mariana hace actual en la Iglesia la ternura de Dios, su maternidad”.