El Obispo Ciro Quispe, Prelado Emérito de Juli, en el sur andino del Perú, rompió el silencio tras su renuncia hace unos días y dijo que la presentó voluntariamente “después de un tiempo de reflexión y oración”.
La renuncia de Mons. Quispe se dio tras una investigación del Vaticano por acusaciones de supuestas malas conductas sexuales y malos manejos económicos, y fue aceptada por el Papa León XIV, según anunció el Vaticano el 24 de septiembre.
En su comunicado con fecha de 2 de octubre y publicado en la página de Facebook de la Prelatura de Juli, Mons. Quispe agradeció a Dios y a los fieles locales por su cariño y afirmó que deja “con mucha tristeza este pueblo, que tiene un encanto singular inexplicable, como lo he escrito en mis últimos libros o pronunciado en mis diversas homilías”.
“Me retiro por decisión propia y espero y rezo para que sea por el bien de nuestra Prelatura. Hasta la fecha no tengo ninguna denuncia en el fuero civil, tampoco un proceso en el fuero eclesiástico”, resaltó el obispo Quispe.
“Lamentablemente y contra mi propia voluntad, tuve que denunciar, en su momento, a algunas personas y periodistas que nos difamaron y acosaron, sin piedad, durante este último año, dividiendo luctuosamente el sentir de nuestro pueblo”, agregó sin dar más detalles.
La renuncia de Mons. Quispe se dio tras una investigación de la Santa Sede iniciada a mediados de 2024 por acusaciones de conducta sexual inapropiada con mujeres y mal manejo de fondos en la prelatura. La investigación fue encargada a Mons. Marco Antonio Cortez Lara, aunque sus resultados no se han divulgado públicamente.