El Secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones, el Arzobispo Paul Richard Gallagher, defendió en debate abierto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Nueva York una “moratoria” para frenar el desarrollo de las armas letales autónomas hasta que exista un marco jurídico internacional claro que regule o prohíba su empleo.
Mons. Gallagher aseveró este jueves, en un discurso en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, que la Santa Sede “apoya firmemente la adopción de una moratoria inmediata sobre el desarrollo” de los sistemas de armas letales autónomas (LAWS, por sus siglas en inglés).
La creación de estas tecnologías “plantea serias preocupaciones” para la comunidad internacional en los ámbitos jurídico, humanitario, ético y de seguridad, puesto que son sistemas “carentes de la capacidad humana” de juicio moral y discernimiento ético, explicó el arzobispo, según reportó Vatican News.
Del mismo modo, hizo un llamado a crear “un instrumento jurídicamente vinculante para garantizar que las decisiones sobre la vida y la muerte permanezcan bajo un control humano significativo”.
Su solicitud muestra la preocupación del Vaticano ante la rápida evolución de las nuevas tecnologías armamentísticas militares y los desafíos jurídicos que plantean estas armas, que pueden llevar a cabo ataques de objetivos con poco o ningún nivel de control humano significativo en sus funciones.