Con un llamado a confiar en que Jesús es quien seca las lágrimas a quienes sufren, el Papa León XIV celebró este lunes 15 la vigilia de oración por el Jubileo de la Consolación, en la Basílica de San Pedro.
“La redención es misericordia y puede hacer mejor nuestro futuro, mientras aún aguardamos el regreso del Señor. Solo Él enjugará toda lágrima y abrirá el libro de la historia permitiéndonos leer las páginas que hoy no podemos justificar ni comprender”, expresó el Santo Padre ante los fieles que asistieron a la basílica vaticana.
El Pontífice pronunció su homilía luego de oír dos testimonios: el de Lucia Di Mauro, una mujer italiana cuyo marido fue asesinado por un grupo de jóvenes, pero que con la gracia de Dios logró perdonar y ayudar a la recuperación de uno de estos; y el de Diane Foley, la madre del periodista James Foley, decapitado por los terroristas del Estado Islámico en el 2014.
El Santo Padre dijo que ambas historias transmiten la certeza de que “donde el dolor es profundo, aún más fuerte debe ser la esperanza que nace de la comunión”, una “esperanza no defrauda”.
En ese sentido, añadió “que el dolor no debe generar violencia”, porque esta no es la última palabra, sino que “es vencida por el amor que sabe perdonar”.