Sus padres, Luis Miguel y María José, pronto se dieron cuenta de que el pequeño Juan Diego no era como los demás niños. Con un año cumplido, apenas balbuceaba unos pocos fonemas y no tenía la fuerza muscular suficiente como para poder estar sentado.
Le hicieron una infinidad de pruebas en los que se convirtieron en los siete meses más largos de su vida, hasta que los médicos dieron con el diagnóstico: una enfermedad metabólica poco común llamada: Niemann Pick tipo C. Se trata de un trastorno genético degenerativo y doloroso, por el que le han dado una esperanza de vida de tan sólo cinco años.
“No podíamos hacer la visita de forma presencial y nos lo comunicaron por videollamada. Mi suegra, que es médico rehabilitadora, cambió la cara completamente y mi marido, que también estudió medicina, quitó la cámara porque empezó a llorar desconsoladamente”, asegura a ACI Prensa la mamá de este bebé valiente que ahora tiene 20 meses.
El peor diagnóstico
Ese día todo cambió para siempre. “En mi casa había un cuadro de la Virgen de Guadalupe y le quise dar las gracias por tener fe y por sentirla a mi lado”.