5 de diciembre de 2025 Donar
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Le han dado 5 años de vida a su hijo pero no pierden la esperanza: “Pedimos a San Carlo Acutis un milagro”

La familia con el pequeño Juan Diego en la canonización de este domingo/ Crédito: Cortesía de la familia

Sus padres, Luis Miguel y María José, pronto se dieron cuenta de que el pequeño Juan Diego no era como los demás niños. Con un año cumplido, apenas balbuceaba unos pocos fonemas y no tenía la fuerza muscular suficiente como para poder estar sentado. 

Le hicieron una infinidad de pruebas en los que se convirtieron en los siete meses más largos de su vida, hasta que los médicos dieron con el diagnóstico: una enfermedad metabólica poco común llamada: Niemann Pick tipo C. Se trata de un trastorno genético degenerativo y doloroso, por el que le han dado una esperanza de vida de tan sólo cinco años. 

“No podíamos hacer la visita de forma presencial y nos lo comunicaron por videollamada. Mi suegra, que es médico rehabilitadora, cambió la cara completamente y mi marido, que también estudió medicina, quitó la cámara porque empezó a llorar desconsoladamente”, asegura a ACI Prensa la mamá de este bebé valiente que ahora tiene 20 meses.

Juan Diego de 20 meses sufre una enfermedad degenerativa. Crédito: Cedida por la familia del pequeño Juan Diego

El peor diagnóstico

Ese día todo cambió para siempre. “En mi casa había un cuadro de la Virgen de Guadalupe y le quise dar las gracias por tener fe y por sentirla a mi lado”. 

Después fue con su marido y sus otras dos hijas a rezar ante el Santísimo: “Me puse frente a él y le dije: yo sé que tú haces todo por una razón que ahora no entiendo, pero, por favor, ayúdame más a llevarlo mejor”.

Ella dejó su trabajo y tomaron la decisión de mudarse de la caótica Ciudad de México a Puebla para estar más cerca de su familia y poder contar con su respaldo. 

Desde entonces ha habido días muy difíciles en los que todo parece derrumbarse: “La enfermedad es horrible porque los niños que la tienen se quedan ciegos, sordos y sufren mucho”. Pero incluso en estos momentos “no me planteo, ni por un instante, el sentido de todo esto”.

La familia le ha pedido a san Carlo Acutis un milagro. Crédito: Cortesía de la familia de Juan Diego

Basta que estos padres miren a su pequeño a los ojos para saber que el amor de verdad es entrega total, sin pedir nada a cambio. “Hay dolor, es inevitable que lo haya. Pero tenemos la certeza de que si Dios nos lo ha puesto en el camino es por algo y queremos vivirlo de forma santa y cristiana”, asevera María José. 

“Nunca había sentido tanta gracia en la oración y tanta paz en mi corazón”

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El amor de su familia y amigos nunca les ha fallado en este tortuoso proceso. Incluso crearon un grupo por WhatsApp en el que todos los jueves rezan por Juan Diego: “Ya somos 300 personas y ha sido impresionante. Cuando te dicen que tu hijo se está muriendo gracias a tanta oración, te sientes sostenido. Nunca había sentido tanta Gracia en la oración y tanta paz en mi corazón”.

La familia a la salida de la canonización de San Carlo Acutis y san Pier Giorgio Frassati. Crédito: Victoria Cardiel/EWTN News

Sin embargo, la realidad es difícil de aceptar incluso para esta familia del Opus Dei que experimenta cada día el regalo de la fe en Jesús. No existe un tratamiento médico que cure la enfermedad de este pequeño juguetón y sonriente. Sólo un milagro puede sanarlo. 

Por eso, no dudaron en usar el dinero que, con el esfuerzo de una vida habían ahorrado, para poder poner rumbo a Roma con motivo de la canonización de Carlo Acutis este domingo 7 de septiembre.

El “primer milagro” ya ha sido concedido

Ya lo tenían todo casi organizado, pero antes de comprar los billetes de avión a la capital italiana el seguro médico les advirtió de que era bastante improbable que le cubriera la medicina que necesita Juan Diego: “Cuesta 190.000 pesos mexicanos (más de 8.700 euros al mes) así que es una cifra estratosférica para la mayoría. Así que yo me puse delante de Carlo y le dije: ‘Quiero ir a tu canonización y me tienes que conceder esto’”.

Además, unos amigos de la familia estaban de viaje en Asís y rezaron durante varias horas ante la tumba del joven, conocido como el ciber apóstol de Internet. Ese mismo día, el seguro les comunicó que se haría cargo de los gastos de la medicina.

Hablamos con esta familia con una vida luminosa a pesar de la fragilidad, justo después de participar en la canonización. Con unas camisetas en las que este adolescente, también conocido como el influencer de Dios, sostiene a su hijo, en un divertido dibujo pudieron sentarse en las primeras filas cerca del altar.

El Papa León XIV bendijo a Juan Diego tras la ceremonia. Crédito: Cedida por la familia del pequeño Juan Diego

Pero nunca hubieran imaginado que el Papa León XIV pasaría cerca de ellos para ofrecerles otro regalo. “Cogió en brazos a Juan Diego y lo bendijo. Fue impresionante”, explica su padre. Este pequeño gesto les ha llenado de esperanza y en esta familia lo contabilizan como otro milagro de Carlo, de quien no citan el apellido porque lo consideran un amigo cercano.



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